Bellinzona

Tres castillos caracterizan el aspecto urbano de Bellinzona, la capital del cantón más septentrional de Suiza; tres castillos que antiguamente debían proteger a Milán de los confederados; tres castillos que hace tiempo han perdido su antigua función militar en beneficio de la cultura y arquitectura. La renovación del Castelgrande es un símbolo de la arquitectura tesinesa contemporánea.

Los tres castillos, la fortificación y la muralla de Bellinzona ©Presencia Suiza
Datos y cifras

Objeto

Fortificaciones medievales con orígenes en la Antigüedad; integradas por tres castillos: Castelgrande, Montebello y Sasso Corbaro.
Ubicación Bellinzona, cantón del Tesino, Suiza

Patrimonio de la UNESCO desde

2000

Motivo de su incorporación

Constituye un tipo extraordinario de edificación que simboliza de modo ejemplar la historia de la humanidad (criterio 3 de las directivas de la UNESCO).

Particularidades

Este lugar es la “llave y la puerta a Italia”. Con estas palabras designó el comisionado militar Azzo Visconti en 1475 la función estratégica de la villa de Bellinzona, situada en un lugar donde se crucen nada menos que tres rutas transalpinas en un espacio reducido. Durante el reinado de los Duques de Milán en el siglo XV, se reforzó la actividad constructora de la que resultó el rostro actual de la villa. Se construyó una poderosa presa para impedir la invasión de los confederados.

En torno al año 1500, sin embargo, Bellinzona pasó sin conquista al poder de la Confederación en virtud de un contrato concedido como recompensa por los servicios mercenarios prestados. El baluarte, que aún hoy se encuentra en un excelente estado, es el monumento más importante de la arquitectura de fortificación medieval en los Alpes. El Castelgrande fue restaurado y adaptado de manera lograda al uso moderno. Aquí se fusionan la arquitectura más contemporánea con las murallas antiguas.

El patrimonio universal y su lado suizo

Los castillos de Bellinzona suscitan tanto el interés de los amantes de monumentos históricos como de los aficionados a la arquitectura moderna. Y no son los únicos interesados. De la restauración del Castelgrande —particular mención merece la estructura del acceso al castillo— se hizo cargo el arquitecto Aurelio Galfetti, Luigi Snozzi se ocupó del monasterio en Montecarasso y el arquitecto estrella Mario Botta de la iglesia en Mogno. Son sólo algunos ejemplos para la creación abundante de los arquitectos tesineses y suizos. El hecho de que entre esas obras haya pocos faros de fulgor internacional corresponde con la actitud discreta de los suizos. Los edificios más altos y más caros se encuentran en otra parte. 

Lo que realmente sorprende es la amplitud y diversidad de la calidad, que se extiende de las altas montañas a la llanura y de las regiones periféricas a los centros urbanos. Lea más sobre las tendencias en la arquitectura y sobre sus perlas más exquisitas en nuestros recursos.

El patrimonio en vivo

UNESCO world heritage - Three castles defensice wall and ramparts of the market-towen of Bellinzona
Federal Department of Foreign Affairs FDFA