Federalismo

La Confederación, los 26 cantones y las más de 2.000 comunas conforman la estructura política de Suiza. Las competencias políticas y legislativas se dividen de tal manera que cada uno de estos tres ámbitos estatales disfruta del máximo nivel de autogobierno posible. De este modo se consigue una amplia diversidad en un mismo cuerpo político. Los cantones constituyen Estados federados y disponen de constitución, parlamento, gobierno y tribunales propios. 

La sala vacía de la cámara cantonal en el Palacio federal.
En el Consejo de los Estados, la cámara alta de la Asamblea Federal Unida, cuenta cada cantón con dos representantes. © Petar Marjanovic, Wikimedia

El nombre oficial de Suiza es Confederación Suiza y tiene un origen histórico porque se refiere a la leyenda fundacional del país: el juramento de los tres cantones fundadores de la confederación primitiva. Sin embargo, desde 1848 Suiza constituye un Estado federal con Berna como capital federal (su capital política de hecho), los cantones como Estados federados y las comunas (municipios), que comparten los poderes públicos del Estado. Los tres niveles estatales participan del poder legislativo y ejecutivo. El poder judicial lo ejercen la Confederación y los cantones en exclusiva.

Diversidad en la unidad

El Estado federal garantiza la unidad nacional y la diversidad cultural del país, que se caracteriza por diversos grupos religiosos y lingüísticos. El federalismo constituye, junto con la democracia directa, uno de los pilares fundamentales del sistema político suizo. En este sistema federal, la política busca la máxima proximidad a la ciudadanía. En los municipios pequeños son los vecinos quienes dedican su tiempo libre para dirigir los asuntos públicos.

Para que todos los 26 cantones estén representados en pie de igualdad a nivel federal, a pesar de sus diferencias en tamaño y sus discrepancias culturales y confesionales, cada cantón delega a dos representantes en el Consejo de los Estados, una de las dos cámaras de la Asamblea Federal. En cambio, los seis semicantones solo disponen de un escaño en el Consejo de los Estados. Además, los cantones tienen un derecho de referéndum, que les otorga la posibilidad de exigir la celebración de una votación popular sobre una ley federal si así lo piden al menos ocho cantones.

El autogobierno como principio rector

La distribución del poder en el Estado se organiza conforme al principio de subsidiariedad. Esto significa que se concede un máximo nivel de autogestión a la comuna, la entidad política más pequeña del Estado, para que la corporación municipal pueda resolver por sí sola el máximo de tareas posible. Solo en los casos convenientes se delegan las tareas en la autoridad estatal inmediatamente superior, es decir, en los cantones. El mismo procedimiento también se aplica en el ámbito de la Confederación, el nivel estatal más alto.