La COSUDE trabaja en Egipto por una mejor gestión del agua potable
La COSUDE está presente en Egipto desde 2017 para favorecer una mejor gestión del agua potable y una distribución más equitativa en los barrios desfavorecidos de la gobernación de Asuán. Egipto, país anfitrión de la COP27 de principios de noviembre, es uno de los países con mayor estrés hídrico de África.
Yassin Saeed, campesino de 76 años, sentado cerca de la gran presa de Asuán, es testigo del impacto ambiental causado por la actual gestión del agua en el Alto Egipto. © Keystone
La celebración de la COP27 en Sharm el-Sheij ofrece a los líderes mundiales una oportunidad para hacer balance de su propio compromiso con los objetivos fijados seis años atrás en el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Sharm el-Sheij, ciudad situada al extremo sur del desierto del Sinaí, asomada al Mar Rojo y al Golfo de Áqaba, deviene durante la Cumbre el centro neurálgico en que científicos, representantes de la sociedad civil y autoridades políticas elaboran las futuras estrategias para contener el cambio climático.
«La COP27 no puede ser la conferencia en que perdamos el objetivo de los 1,5°C»
«Este año, el cambio climático está dejando tras de sí huellas particularmente devastadoras», declaró el presidente de la Confederación, Ignazio Cassis, en el discurso pronunciado con ocasión de la Cumbre de líderes mundiales de la 27a Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP27). Se refería en particular a las inundaciones de Pakistán y a la pertinaz sequía y la crisis alimentaria que siguen causando estragos en el África subsahariana y en Asia Central.
En su discurso, el titular del DFAE reafirmó asimismo la intención de Suiza de mantener los objetivos climáticos fijados en la COP21 de París, y ello a pesar del contexto de la crisis energética. En concreto, Suiza se compromete a reducir a la mitad sus emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 y a lograr la neutralidad climática para 2050, a más tardar.
La gestión crítica del agua en el Alto Egipto
Dejamos por el momento Sharm el-Sheij. Cruzamos el Golfo de Suez hasta Hurghada, otra ciudad balneario a orillas del Mar Rojo y recorremos después varios cientos de kilómetros para llegar, primero, al Nilo a la altura de Qena y alcanzar, 400 kilómetros más adelante, Asuán, en el Alto Egipto. En 2017, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación del DFAE (COSUDE) puso en marcha sobre el terreno un programa llamado Potable Water Management Programme, destinado a mejorar la gestión del agua potable, en una región particularmente vulnerable al impacto del cambio climático.
En noviembre de 2021, la gobernación de Asuán sufrió una violenta tormenta que provocó inundaciones en las calles y cortes de electricidad en los hogares, las estaciones de agua y los servicios públicos así como el derrumbe de numerosas casas. Muchos distritos pobres de la gobernación de Asuán se vieron afectados por graves daños en viviendas e infraestructuras. En este caso concreto, Suiza apoyó entonces la renovación de once casas mediante un proyecto a baja escala implementado por la ONG egipcia Misr el Khir.
Más allá de esta febrilidad, Asuán está marcada por otros problemas existenciales. La falta de infraestructuras adaptadas así como la elevada incidencia de la pobreza en la población hacen que la ciudad sea especialmente vulnerable. Las infrastructuras de suministro de agua y de tratamiento de aguas residuales están en mal estado, lo que causa importantes fugas, un bombeo ineficaz y una degradación de la calidad del agua, con importantes repercusiones en la población local.
Los pueblos periféricos de Asuán, los primeros impactados por la mala gestión del agua
En su programa, la COSUDE identificó varios pueblos de los alrededores de Asuán considerados zonas de vivienda desfavorecidas. Kattereya, Amberkab, Khor Awada y El-Nasseriya son pueblos que pudieron beneficiarse del saber hacer suizo, que permitió a los grupos más vulnerables tener acceso al agua potable. Esta distribución del agua fue posible gracias a la creación de varios grupos de trabajo dentro de la empresa local de gestión de aguas residuales, la Aswan Water & Sanitation Company (AWSN). En la primera fase, p. ej., el programa había permitido a 1.000 vecinos del barrio de Khor Awada, que contaban con conexiones a fuentes de agua ilegales, instalar contadores de agua y beneficiarse de los servicios de la Aswan Water & Sanitation Company.
Durante la segunda fase del programa, actualmente en curso, la COSUDE centra sus actividades más específicamente en El Sail y, en mayor medida, en Khor Awada, dos barrios pobres particularmente expuestos a las aguas contaminadas. Se trata, en total, de 30.000 personas que siguen enfrentándose a la falta de suministro de agua. Gracias al trabajo de la COSUDE, se están llevando a cabo varias campañas de sensibilización entre la población local, y, más concretamente, en el barrio de El Sail. Dichas campañas persiguen, ante todo, que en las escuelas del barrio se adopten medidas preventivas de higiene y se entiendan mejor los desafíos que el agua y los problemas mediambientales conllevan. Aparte de las escuelas, estas campañas de sensibilización llegan también al público en general; en total, se dirigen a más de 6.000 estudiantes, enseñantes, mujeres y jóvenes. Potencialmente, y de forma indirecta, alcanzan asimismo a los más de 620.000 habitantes de la ciudad de Asuán, que podrían, a su vez, beneficiarse de la implementación del programa de la COSUDE.
Este programa pretende también mejorar el funcionamiento de la AWSC. Concretamente, los grupos de trabajo formados por los expertos dentro de la empresa asumieron la tarea de mejorar la eficiencia energética de la AWSN para permitirle beneficiarse de una mejor gestión de los costos de tratamiento. Gracias a la recopilación de los datos de consumo de los hogares y la comparación de las facturas, la tasa de recaudación de la AWSC aumentó un 2%.
Todo Egipto amenazado por el cambio climático
El programa implementado por la COSUDE en Asuán aspira, sin duda, a inculcar una buena práctica que, con el tiempo, podría servir no solo a la gobernación de Asuán sino potencialmente a todo Egipto.
Egipto está particularmente expuesto a las eventuales consecuencias del cambio climático. Los terrenos agrícolas están especialmente expuestos al riesgo de crecidas y al aumento de las temperaturas. El rendimiento de los cultivos disminuye, y la inseguridad alimentaria, el estrés hídrico y las inundaciones, incluida la subida del nivel del mar Mediterráneo, que amenazan a las poblaciones costeras son otros tantos factores de riesgo en un futuro próximo.
En línea con la Agenda 2030
El sexto objetivo de desarrollo sostenible preconiza la disponibilidad del agua y el saneamiento para todos así como la gestión sostenible de los recursos hídricos. El Potable Water Management Programme de la COSUDE en Egipto es, pues, coherente con las expectativas promulgadas por la Agenda 2030. El programa contribuye también a la Estrategia de Cooperación Internacional 2021– 2024 y, asimismo, al segundo pilar del Programa Mundial del Agua 2021–2024.
El programa está, además, en consonancia con la Visión 2030 de Egipto, que persigue, entre otros objetivos, preservar recursos naturales como el agua y apoyar su uso eficiente, consolidando las capacidades institucionales y legislativas de las autoridades responsables de la gestión de los recursos hídricos, desarrollando las infraestructuras de apoyo al uso sostenible del agua y concienciando sobre su conservación.