Suiza presta ayuda de emergencia contra la sequía y el hambre en África austral

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de la ONU, la sequía en África austral está batiendo récords: Zimbabue, la mayor parte de Zambia y el sur de Malawi están sufriendo la peor sequía en varias décadas. Entre finales de enero y mediados de marzo de este año, en plena temporada de lluvias, casi no llovió. Las temperaturas medias fueron cinco grados superiores a las de los años precedentes. Esto se debe, entre otras razones, al fenómeno climático El Niño que, en el sur de África, provoca olas de calor y períodos de sequía, agravados por el cambio climático.

El calor y la sequía han ocasionado graves pérdidas de cosechas en grandes zonas. Más de treinta millones de personas se ven afectadas por el hambre, la desnutrición y la escasez de agua. Los tres países prevén un aumento significativo del número de personas que necesitan ayuda alimentaria, han declarado el estado de catástrofe y han pedido apoyo internacional.

Un 70% de la población de África austral depende de la agricultura para su subsistencia. En Zimbabue, la sequía afecta a casi todo el país: el 70% de la cosecha de maíz, que es el alimento básico de la región, se da por perdida. Para otros cultivos, tampoco cabe esperar más que una parte de la cosecha. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU calcula que, para finales de 2024, es probable que el número de zimbabuenses que no podrán alimentarse adecuadamente se eleve a seis millones, es decir, a más de un tercio de la población total.

La situación en Zambia también es catastrófica: 84 de los 116 distritos están afectados por la sequía, incluidas las principales zonas de cultivo de cereales. La situación de la ganadería también se está deteriorando, dado que el 76% del ganado bovino vive en las regiones afectadas por la sequía. Según estimaciones del Gobierno, casi un tercio de la población del país necesitará ayuda humanitaria hasta marzo de 2025.

En Malawi, la sequía en el sur, por un lado, y las inundaciones en el norte, por otro, han provocado graves daños en las cosechas. El Gobierno de Malawi calcula que el 44% de la superficie nacional de maíz y dos millones de hogares agrícolas se han visto afectados, lo que tiene un profundo impacto en los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria.

Para apoyar la seguridad alimentaria de la población afectada de los tres países, Suiza ha decidido proporcionar ayuda de emergencia por un total de 4,7 millones de francos. Estos fondos se utilizarán para distribuir dinero en efectivo y alimentos —si los mercados locales ya no pueden garantizar un suministro suficiente— a la población afectada por la sequía. El apoyo se presta por medio de organizaciones multilaterales y no gubernamentales que tienen una experiencia demostrada en la ayuda de emergencia y la ejecución de proyectos de protección de protección social, y se coordina con los gobiernos.

Suiza se esfuerza desde hace más de veinte años en mejorar el bienestar de los países de África austral. Desde principios de 2023, se centra en Zimbabue y Zambia, donde las prioridades son el establecimiento de sistemas alimentarios sostenibles, el acceso a servicios de buena calidad, en particular en el ámbito de la salud, así como en la buena gobernanza y el fortalecimiento de la sociedad civil.

Diversos proyectos contribuyen de forma concreta a mejorar la resiliencia ante las catástrofes climáticas. Suiza apoya, por ejemplo, a la Capacidad Africana para la Gestión de Riesgos (ARC, por sus siglas en inglés), una institución de la Unión Africana que permite a los países africanos asegurarse contra las catástrofes provocadas por las sequías. Suiza ha contribuido con 800 000 USD y 200 000 USD, respectivamente, a las primas de seguro de Zimbabue y Zambia contra la sequía para la temporada actual, aumentando así la cobertura del seguro. Gracias a este apoyo, Zambia recibirá casi 10 millones USD y Zimbabue 16,8 millones USD para la gestión de la sequía.

Asimismo, en Zambia, Suiza, junto con el Banco Mundial y la ONU, ayuda al Gobierno a establecer un sistema de protección social que también ayude a la población pobre a hacer frente a las crisis climáticas. Los hogares reciben subsidios sociales que pueden utilizar para cubrir gastos de alimentación y educación o gestionar las crisis. Las subvenciones y el grupo de beneficiarios aumentarán considerablemente para combatir la sequía.

Varios proyectos financiados por Suiza también apoyan a los pequeños agricultores para que pasen a una agricultura y unas semillas ecológicas más resistentes al clima. Habida cuenta de la sequía sin precedentes, estos agricultores también han sufrido pérdidas de cosecha. Sin embargo, según los primeros informes, han podido cosechar más que los que utilizan métodos y semillas convencionales, lo que aporta importantes ideas sobre cómo afrontar mejor la inevitable próxima sequía.