La presión sobre los recursos hídricos se acentúa a nivel mundial: la demanda aumenta de manera espectacular mientras que la disponibilidad se mantiene limitada. Uno de los desafíos del siglo XXI consiste en gestionar este recurso vital y velar por una distribución equitativa y favorable al desarrollo. En calidad de depósito acuífero de Europa, Suiza cuenta con conocimientos acreditados en la gestión sostenible del agua, lo que le confiere una gran credibilidad en la Cooperación Internacional.
El crecimiento demográfico, la urbanización, el cambio climático, la contaminación medioambiental, los nuevos usos de los suelos y el desarrollo económico tienen un impacto directo en los recursos hídricos. En el año 2025, dos tercios de la población vivirá en zonas castigadas por la escasez de agua. Repartir el agua entre los usuarios garantizando la igualdad social, la eficacia económica y la viabilidad ambiental constituye una cuestión clave para el desarrollo. La COSUDE se muestra activa en materia de agua desde hace más de 30 años. Sus intervenciones abarcan diferentes ámbitos: cuestiones sociales, medio ambiente, economía, gobernanza, promoción de la innovación y la tecnología, transferencia de conocimientos, así como agua y paz (Blue Peace).