Aunque la epidemia del VIH/sida globalmente se ha estabilizado, las tasas de infección en algunos países continúan aumentando. La homofobia, las leyes discriminatorias y la violencia de género socavan los esfuerzos desplegados para mejorar el acceso de las poblaciones afectadas a los servicios relacionados con el VIH. La labor de la COSUDE en la lucha mundial contra el VIH/sida se centra en el ámbito de la prevención y la reducción del estigma social.
En el punto de mira de la COSUDE
Suiza contribuye activamente a los esfuerzos mundiales emprendidos para contener la propagación del VIH/sida apoyando a las organizaciones internacionales especializadas como la OMS, el ONUSIDA y el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, y también a organizaciones, federaciones o redes internacionales y regionales. En los programas específicos para cada país, Suiza hace hincapié en la prevención, especialmente en el marco de programas de salud sexual y reproductiva, así como en la mejora al acceso al tratamiento, la atención y el apoyo sin discriminación. Los programas fuera del ámbito de la salud en las regiones gravemente afectadas por el VIH también toman en consideración, por ejemplo, el papel de las personas seropositivas y su impacto en ellas, y viceversa.
La COSUDE apoya además ciertas actividades llevadas a cabo por organizaciones no gubernamentales suizas que se esfuerzan en el plano internacional por poner fin a la propagación del VIH/sida, y les presta ayuda en su labor de establecimiento de redes y coordinación en Suiza. Asimismo, colabora con el sector privado y las universidades.
Contexto
En la lucha contra el VIH/sida se han logrado avances considerables, pero todavía existen numerosos desafíos. Se estima que unos 37 millones de personas en el mundo viven con el VIH. Desde 2017, por primera vez, más de la mitad de ellas reciben una terapia antirretroviral.
El tratamiento permitió que tan solo entre 2005 y 2014 el número de muertes relacionadas con el VIH/sida se redujera en un 35%. No obstante, el 25% de las personas que viven con el virus desconocen su situación y, por lo tanto, no reciben ningún tratamiento. A pesar de esto, entre 1996 y 2017 la tasa de nuevas infecciones disminuyó en un 47%, pero desde entonces no se han registrado progresos al respecto. En 2017, todavía 1,7 millones de personas contrajeron el VIH. El estigma y la discriminación contra las personas seropositivas y los grupos de población especialmente afectados por el VIH siguen representando un importante reto que dificulta la prevención eficaz, así como el acceso a la terapia y los servicios sanitarios relacionados con el VIH.
Suiza ha contribuido de forma decisiva a que en varios países de África austral se pudiera establecer un apoyo psicosocial para niños y jóvenes afectados por el VIH/sida con el fin de reducir la discriminación y mejorar sus perspectivas de futuro.