En comparación con otros países, el endeudamiento público es bajo (también después de las medidas introducidas para combatir la pandemia del coronavirus) gracias a la reducción de gastos, el llamado “freno a la deuda”. El régimen fiscal federal ofrece impuestos relativamente bajos para personas jurídicas y convierte a Suiza en una sede atractiva para empresas. Otras ventajas decisivas del emplazamiento suizo son una mano de obra cualificada, la alta capacidad innovadora, la estabilidad política, unas condiciones de vida atractivas y la ubicación céntrica en Europa. Por eso, muchas multinacionales se han domiciliado en Suiza.
Sin embargo, una parte importante de la economía suiza la conforman las pequeñas y medianas empresas o pymes. Muchas de esas empresas están orientadas a la exportación. Esta es la razón por la que Suiza obtiene, reiteradamente, un superávit comercial.