Cristianismo

Durante siglos, el catolicismo fue determinante para el cristianismo en Suiza. Pero con la Reforma se produjo un cambio decisivo en la identidad nacional. Las comunidades católicas y protestantes siguen formando aún hoy los grupos confesionales más importantes en Suiza. 

O monumento da Reforma em Genebra exibe os reformadores Guilherme Farel, João Calvino, Teodoro de Beza e John Knox
Los reformadores de la Iglesia han marcado de forma decisiva la identidad suiza. © Roland Zumbühl picswiss

Expansión del cristianismo

El cristianismo se extendió en Suiza a partir del siglo IV a través de las estructuras del Imperio romano. Se establecieron obispados con extensas propiedades rurales que influyeron en el desarrollo de la agricultura y también en la política. En el siglo VII se fundaron monasterios que se convirtieron en importantes centros de la enseñanza y la cultura. A partir del siglo XIII empezó a retroceder cada vez más el poder de la Iglesia, un proceso que se acentuaría aún más con la Reforma y más tarde con la Constitución federal suiza, que excluyó durante mucho tiempo a los eclesiásticos de la vida política.

A día de hoy, las dos grandes y antiguas iglesias nacionales, la Iglesia católico-romana y la Iglesia evangélico-reformada, siguen siendo constitutivos para el cristianismo en Suiza. Todavía en 1970, el 98 % de la población suiza pertenecía a una de las diferentes iglesias cristianas. Pero mientras se mantuvo relativamente estable el número de personas pertenecientes a la Iglesia católico-romana nacional, gracias a la inmigración procedente del sur de Europa, disminuyó con fuerza el de la Iglesia evangélico-reformada. Por otro lado, crece el número de personas que no se sienten pertenecientes a ninguna religión concreta.

Catolicismo

El catolicismo predominaba en Suiza durante la Edad Media, hasta que empezó a retroceder significativamente con la llegada de la Reforma. Con la Contrarreforma, el catolicismo volvió a tomar un nuevo impulso: gracias a las universidades y los colegios de los jesuitas y a la acción pastoral popular de los capuchinos se estableció un sistema educativo católico. De aquella época datan la biblioteca y el archivo capitulares del convento abacial de San Galo que hoy forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Al hilo de los acontecimientos históricos, los cambios políticos y la irrupción de la modernidad, la Iglesia católica se fue transformando en una comunidad religiosa estable y diversa, que sigue siendo influyente en algunas regiones.  

Más de un tercio de la población suiza pertenece a la Iglesia católica. Es el grupo confesional más importante de Suiza. Uri, el Valais, Alto Unterwald y Appenzell Rodas Interiores son los cantones con mayor porcentaje de personas de adscripción católica en la población. La Iglesia católico-romana suiza se divide en seis diócesis con sedes en Soleura, Friburgo, Sion, Coira, San Galo y Lugano. Los obispos están subordinados directamente al Papa.

Protestantismo

A principios del siglo XVI, la población urbana y rural de Suiza exigió más autonomía y participación en los asuntos públicos. Los reformadores Ulrico Zwinglio en Zúrich y Juan Calvino en Ginebra apoyaron a los magistrados laicos en su afán de emanciparse de los obispos católicos. El movimiento de la Reforma protestante, en particular el calvinismo, se extendió rápidamente por Europa. Suiza fue uno de los principales centros de la Reforma.

El protestantismo atribuye mucha importancia al racionalismo y a la laboriosidad. El hecho de que todos los creyentes debían conocer la Biblia, contribuyó a la alfabetización de la población, incluso de las mujeres, y con ello a un aumento general del nivel educativo. La ética protestante influyó de manera decisiva en la forja de la identidad suiza. A pesar de los conflictos y las tensiones, la Reforma protestante acabó reforzando los vínculos entre las distintas regiones del país.

Los miembros de la Iglesia reformada representan hoy una quinta parte de la población suiza. Berna, Appenzell Rodas Exteriores y Escafusa son los cantones con poblaciones mayoritariamente protestantes.

Las Iglesias evangélico-reformadas se organizan a nivel cantonal y son dirigidas por un sínodo y un consejo sinodal. Junto con algunas iglesias protestantes independientes, forman parte de la Iglesia Evangélico-Reformada de Suiza (EERS, por sus siglas en francés).