Cada economía necesita una mano de obra móvil. La globalización refuerza este desarrollo en todas las regiones del mundo. La COSUDE se esfuerza para que la migración laboral se produzca en condiciones legal y socialmente seguras.
En el punto de mira de la COSUDE
El objetivo primordial de la COSUDE es mejorar la protección de los migrantes laborales. Además, quiere maximizar los beneficios de la migración laboral para los migrantes y sus familias y contribuir así al desarrollo en los países de origen.
La COSUDE se centra en cinco aspectos:
- Un mejor acceso a la justicia y a los servicios para los migrantes y sus familias en los países de origen
- Preparación a la migración temporal, ayuda a la reinserción en el país de origen
- Mejor protección de los migrantes en el proceso de reclutamiento (colocación y locación de servicios)
- Respeto de las normas relativas a las condiciones de trabajo, la llamada «Agenda de Trabajo Decente», y apoyo a los Estados en la aplicación de las bases jurídicas correspondientes
- Reforzar el diálogo político entre los países de origen y de acogida
La COSUDE se compromete especialmente en regiones en las que la migración laboral constituye un factor económico y social decisivo, p. ej., en el sur y el sudeste de Asia y en Oriente Medio.
Contexto
Las personas dejan su país casi siempre en busca de unos ingresos seguros y con la esperanza de encontrar una mayor prosperidad y seguridad. Casi la mitad de estas personas que buscan trabajo son mujeres. Cada año se produce la migración de más de un millón de trabajadores de Nepal, Bangladesh y Sri Lanka a los países del Golfo y de Oriente Medio. Las agencias de reclutación desempeñan un papel importante. La mayoría de los que buscan trabajo no tienen una idea precisa y realista de la vida y de las condiciones de trabajo que les esperan en el país de destino. A menudo, estas informaciones no están disponibles o se les niegan deliberadamente a los que buscan trabajo, lo que puede dar lugar a que se explote a los migrantes laborales o a que se encuentren en condiciones de dependencia inhumanas.
Oportunidades
La migración laboral contribuye al desarrollo económico y social de los países de origen y de destino. El trabajo de los migrantes no sólo les beneficia a ellos mismos, a sus familias y sus países de origen, sino también a los países de destino. La migración hace que se transfieran dinero, mercancías, conocimientos e ideas. Sin embargo, la migración no sólo significa partir, sino también regresar. Los conocimientos, el capital y la experiencia internacional apoyan el desarrollo de los países de origen.
Desafíos actuales
En muchos países de acogida, los migrantes pertenecen a los grupos de personas más vulnerables, careciendo a menudo de derechos y viviendo y trabajando en malas condiciones. Aunque existen normas internacionales para su protección, éstas muchas veces se incumplen. Las deudas de los migrantes laborales frente a sus agencias de reclutación también suponen frecuentemente una carga. Los costes de intermediación para los puestos de trabajo en el extranjero superan en parte varias veces el salario mensual de los trabajadores.
Las desigualdades económicas globales en los países en desarrollo hacen a menudo que un gran número de trabajadores cualificados abandone su país y ya no regrese. Esta llamada «fuga de cerebros» puede frenar el desarrollo del país de origen y constituye un gran problema, sobre todo en el sector de la salud.
La movilidad internacional de los trabajadores y las personas en busca de trabajo, sin embargo, puede ser también una oportunidad para el desarrollo de todos los implicados. Para aprovechar este potencial se requieren una mejor cooperación internacional, medidas reguladoras en los países de origen y de acogida y la disposición a garantizar sus derechos a los migrantes.